Banda sonora de la historia.-

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miércoles, 4 de julio de 2012

Cap. 11

Jack Taylor lanzaba miradas furtivas a Jamie entre su melena despeinada, miradas que Jam devolvía acompañadas de una sonrisilla travies. En unas cuantas, Jack fue cazado por Luke, y éste le devolvía la mirada con odio. Woody se percató en una ocasión y se temió lo peor, así que decidió cambiarle el sitio a Jamie, para que esta se sentase junto a Nathan, cosa que no la gustó un pelo.
Durante este juego de miradas, pilló a Brian mirando hacia el infinito, que no era el infinito. Miraba a Layla, que se magreaba ligeramente con Jim, el hermano de Jamie. Layla era la chica por la que se pelearon Jim y Brian, pero que al final se quedó con el moreno, ya que Electra se ocupó de mantener alejado a Brian.
Jamie avisó a Luke de que su hermano se encontraba allí. Se excusaron, y fueron a saludarles.
Hablaron con ellos, y les invitaron a unirse, pero Luke le dijo a Jam que no, que eran negocios. Y tenía razón, pero para Jamie era todo taaaaaaaan incómodo, que toda la ayuda era poca.
Al final Luke se quedó con ellos un rato más, y Brian miraba a Layla embobado y a Jim con odio.
Cuando Jamie volvió a su mesa, se encontró a Taylor solo, mirando su copa.
- Nena, me ha comentado Nathan que toquemos juntos, ¿no?
- Sí... Ese era el plan, según Woody.
- ¿Y a quién demonios le importan los planes, nena? Mejor es improvisar. Yo ahora improvisaría besarte. ¿Cómo te parece?
- Mal, está mi novio ahí.
- En mi coche no creo que quepa ese cachitas.
Ella se moría de ganas, se sentía mal por ello. Pero, ¡qué demonios! Era Jack Taylor, nadie tenía por qué enterarse... Con tal de que la prensa no les viese juntos. No, no, estaba mal.
- Jack, lo siento. Espero que sigas queriendo cantar conmigo...
- ¡Claro! Tu voz aún no me ha rechazado, de hecho tú tampoco. Tú te niegas porque tu novio puede vernos, nuestros managers pueden vernos, la prensa puede vernos, pero quieres. Y no es que sea un chulillo o que me crea Dios, pero sé interpretar las miradas de la gente... Y estás siendo un libro abierto, nena.
Jamie se sentía como dentro de una de las canciones de Jack, se le saltaban los colores, y estaba a puntito de perder la cabeza, cuando aparecieron Woody y Nathan de nuevo. Luke volvió, y tras hablar de negocios, conciertos, miraditas y demás, se volvieron a casa. Ella concretamente se fue a casa con Luke. Miraba a Luke, pero veía a Nathan, veía a Jack y no veía a Brian. Un momento: ¿dónde estaba Brian?

jueves, 28 de junio de 2012

Cap. 10

Jamie se intentó poner lo más guapa que podía. Al principio le pidió consejo a Luke que estaba tirado en su cama, pero le daba la impresión que le aconsejaba como un padre, intentando que escogiese la ropa menos favorecedora, para no tener el riesgo de que otros la miraran, y menos que Jack Taylor, uno de sus ídolos, la quisiese invitar a una copa.
Jam se cansó de eso, y prefirió que Luke la esperase fuera. Cuando volvió de cerrar la puerta se encontró a Brian husmeando su armario.
- Con el vestidito rojo irías demasiado putón y demasiado elegante. ¿Por qué no te pones la camiseta de Dylan y los pitillos rotos y ya está? Es como estás más guapa.
- Gr...gracias Brian. - Se le hacían los ojos agua cada vez que le veía después de la discusión.
- Y ponte un buen push-up, mucho rimmel, y tira, que tienes al hermano de Adam y a otros 3 tíos esperándote, ¡vamos!
Le hacía mucha gracia la situación. Brian siempre la había tratado como su mejor amigo, como a un tío, y ahora la intentaba dar consejos. Cada día desde que se conocían le quería más, e incluso muerto le seguía queriendo cada día más.

Siguiendo los consejos de Brian, bajó las escaleras, esperó a Luke, y se fueron al Pilgrims, su bar favorito. Por el camino se encontraron a Woody, que llegaba en su fulgurante cadillac rojo, y les invitó a entrar, para que su aparición fuese aún más espectacular.
En efecto, aparcaron en la puerta, y medio Londres se les quedó mirando. En la puerta estaban Jack Taylor, con la cabeza gacha, cigarro en mano, despeinado, vaqueros apretadísimos, camiseta blanca medio rota, y chupa de cuero marrón. De espaldas a ellos estaba su mánager.
La sorpresa fue cuando el mánager de Taylor se giró, y era el mismísimo Nathan. El novio de Electra, el que había irrumpido con ella esta mañana en su casa. Del que se había quedado prendada Jam.
Jamie temblaba. Iba a pasarse toda la noche hablando de negocios con su "novio", su ídolo, un casi desconocido de lo más atractivo y su mánager gay. Woody era claramente lo que menos la preocupaba.

Cap. 9

Jam se tumbó en la cama, y puso el tocadiscos para evitar que la oyesen llorar. Era una llorera de rabia, dolor y desesperación por partes iguales.
Llamaron a la puerta y acto seguido Jam gitó - DEJADME EN PAZ DE UNA PUTA VEZ YA QUE NO ME IMPORTÁIS UNA MIERDA.
Abrieron la puerta, y cuando se disponía a matar al desertor, vio que era Woody, su mánager. Le conocía desde hacía años, pero hace 3, él la escuchó cantar en el bar de su padre, y decidió que sería su mánager y la llevaría alto. Era gay, pero no lo había hecho público a nadie, excepto a ella. Aunque no es que lo escondiese muy bien.
- Nena, no me llores, que seguro que es una tontería, y tienes a un maromo de ojos azules y pelito rizado esperando en el pasillo.
- Joder Woody, todo es una puta mierda. 
- Ya... Pero no te preocupes.
- Bueno, da igual. - Se secó las lágrimas con un clínex que sacó de una caja en su mesilla.- ¿Querías algo, no?
- En efecto princesa. Jack Taylor. Ahí lo dejo.
- ¿El cantante de folk? ¿Qué pasa con él?
- Pues mira, que tu increíble y guapísimo mánager ha hablado con el mánager del señorito Taylor, y éste me confesó que le encanta tu voz, y tuvimos la idea de que tocaseis juntos un día de estos. Taylor está en mitad de su gira por aquí, y está encantado de que vayas a tocar con él.
A Jamie casi se le rompé la garganta al atragantarse con el humo del cigarro, dada la sorpresa. - ¡Qué me dices! Yo fui hace dos años a un recital de poesía dedicado a Rimbaud en el que participó él, y me firmó un autógrafo, y se hizo una foto y todo... Qué fuerte...
- Y al parecer, no quiere solo cantar contigo. Ni Jack, ni el mánager... Hay que ver cómo hablaban de ti.
Ella se moría de ganas, pero tenía claro que quería que Luke la acompañase, ya que era el único que no se había cabreado con ella.
Woody salió, despidiéndose de ella y de "el maromo de ojos azules y pelito rizado".


Ella volvió a meter la cabeza entre su almohada y su cojín, y escuchó a alguien entrar. Supuso que era Luke, pero no, era su hermano.
- Jam, John se siente fatal... Entiendele tu también, toda la presión... Pero yo no te culpo, ni a ti, ni a él, ni a Luke - esto último lo dijo en voz muy baja, evitando que pareciese una recriminación. - Yo te quiero. Te queremos todos, nos queremos todos, y le queríamos todos. Y ahora todos debemos tranquilizarnos y tomárnoslo todo con más calma y tal. - Jamie se incorporó para darle un abrazo como los de antes, de los que duraban minutos y minutos. 
- Y por cierto, Woody me ha dicho que a las 21.00 en la puerta del Pilgrims para hablar lo de Taylor. ¿Quién es Taylor, por cierto?
- JACK TAYLOR.
- ¿Me vacilas? Ese tío es genial, ¡es un genio!
- Lo sé
- ¿Puedo acompañarte? Bueno... llevarás a Luke, ¿verdad? 
- Sí, lo tenía pensado... Lo siento
- No pasa nada. - Y esbozó una media sonrisa de esas que le caracterizaban y a Jam le encantaban. John llamó a la puerta, seguido de Ariel, para disculparse, y se abrazaron los tres, Adam, John y ella. Brian miraba de fondo. Y eran felices.

Cap. 8

Ya con Electra y Nathan fuera, Jamie decidió huir a su cuarto, antes de que Adam, Ariel y John se acordasen de los Reckless y empezaran a echarle la bronca. Excusándose diciendo que se encontraba mal, cerró la puerta tras ella, bueno, tras Brian que la seguía como un perrito faldero.
- Te has ido para que no te demos la chapa sobre los chupasangre de ayer. Pues no te libras, yo te voy a dar la charlita correspondiente. Mira Jam, sabes que no son buena gente y qu..- Jam le cortó muy seca
- Pero saben lo que me gusta, y lo hacen que da gusto.
- Eres tan... golfa cuando quieres...- Un cojín voló de nuevo hacia Brian, mientras Jamie se reía. Se abrió la puerta de su habitación tras unos golpecitos en la puerta, era Luke.
- ¿Jamie? Te escuché reír, ¿qué pasa?- Como a la chica no se le ocurría nada para disimular, se le quedó mirando a los ojos, mordiéndose el labio inferior, y él se acercó a ella abrazándola y se tiraron a la cama. Jamie pudo ver como Brian ponía cara de morboso, y le hizo un gesto con la cabeza señalándole la puerta.
- Qué rancia eres... Ahora que estoy muerto no pudo ni follar ni ver porno, ¡ni en directo! Qué poco me cuidas... - Jam se empezaba a encontrar incómoda y Luke la preguntó si se encontraba bien, y ya Brian abandonó la habitación.


A la media hora, Adam llamó con mucho miedo a la puerta de su amiga, temiendo encontrarse con el asunto.
Abrió Luke con una sábana anudada a la cintura, y al ver a su hermano se puso rojo, ambos se pusieron rojos, y disimuló girándose para llamar a Jam.
- Jamie, es Adam, te llaman por teléfono.
- Di que luego llamo, Adam- Dijo Jam desde el baño.
- Dicen que es importante y no puede esperar. Son.. en fin.. tus amiguitos.- Jamie salió corriendo en ropa interior y despeinada. Bajó corriendo las escaleras hasta el teléfono del salón.
- ¿Si?
- Jam, estamos en la cárcel, necesitamos tu ayuda.-Murmuró uno de los gemelos a través del teléfono.
Cuando Jamie se disponía a responder, un John cabreadísimo como no habían visto nunca, le arrancó el teléfono de las manos y colgó.
- ¿Pero qué te crees que haces? - Gritó Jam
- Se muere tu mejor amigo, y esa misma noche te tiras a esos dos pervertidos y te metes de todo, y para rematar, te beneficias al hermano de Adam. Te estás luciendo Jam. Parece que no te importamos una mierda.
- Jam salió corriendo de nuevo a su habitación, negando a Luke la entrada.