Adam bajó a la cocina a la mañana siguiente, pasando por el salón para visitar a su amiga. La encontró tumbada sobre el sofá con varias fotos en las manos. Alcanzó una en la que salía Brian sujetándole en los hombros.
- ¡Cómo puedes autodemacrarte de esta manera!... Eres masoka.- Dijo suavemente y con un tono muy cariñoso para evitar despertarla. Pero escuchó el susurro. Al ver a Adam se levantó estrepitosamente dispuesta a contarle lo ocurrido, hasta que vislumbró a Brian sentado a su lado, diciéndola solo a ella.
- No puedes contárselo a nadie, y menos a Adam o a John... a nadie Jam, por favor.
- Jam, ¿quieres algo? ¿Estás bien?
- Eh... no nada Adam... ¿Qué tal has dormido?
- Bueno.... No he dormido.- Se sentó al otro lado del sofá y Jamie colocó su cabeza sobre sus rodillas mientras el le acariciaba el pelo. - Simplemente es que... no me siento capaz de continuar sin él, joder...
Ella se quedó callada. Supuestamente tendría que sentir lo mismo, pero no era así. Ella tenía a Brian aún, le podía ver, hablar con él. Pero no podía compartirlo, así que era como si también a ella le faltase. Intentó decir algo que le consolase.
- Pronto se pasará, y te... nos daremos cuenta de que en el fondo Brian estará siempre en nuestro corazón. - Acabó el discursito y miró a Brian pidiéndole ayuda para poder continuar la conversación sin cagarla. Brian simplemente levantó los hombros y por la mueca de su cara, él tampoco tenía ninguna idea de qué hacer en esos momentos. Se quedó mirando a su colega. Ese que le levantaba las chicas, ese que le escuchaba atentamente sus progresos con la guitarra y con los instrumentos nuevos que le daban por probar... Adam siempre había sido su mano derecha. Gracias a él conoció a John y a Jam. Y eso era lo más grande que le había pasado nunca. Hasta estando vivo hubiera llorado al darse cuenta de lo que quería a esas cuatro personas.
Entonces sonó el timbre, y apareció Ariel, la hermana de Jam y la novia de John. Ella no pudo ir a la fiesta porque al día siguiente tenía un examen sumamente importante en la universidad. Jam estaba mosca con ella por no haber ido a la fiesta más importante de su vida, pero ahora se alegraba. Ella también estaba muy unida a los cuatro y no hubiera soportado ver a Brian cadáver.
John le abrió la puerta, la dio un beso y la llevó al salón donde estaban Adam y Jam. Jam al verla se levantó y fu corriendo a abrazarla. se derrumbaron las dos en cuanto sus brazos se juntaron. Los dos chicos se pusieron a ordenar de nuevo las cajas mientras las hermanas hablaban sentadas en el sofá.
- No, John. No guardes las cajas. Quiero tenerlas cerca.
- Jam, pequeña, no deberías maltratarte tanto. Vas a acabar psicótica... Es difícil para todos, pero si no nos intentamos distanciar un poco de él...
- Adam por favor, no digas eso, no digas más cosas por favor...
- Perdona, tienes razón. - Y siguió colocando las cosas religiosamente.
- Chicos, creo que deberíamos salir esta noche. Celebrarlo, no en plan "WUH!" pero... ya me entendéis... - Rompió el hielo Ariel intentando no cagarla.
- Es cierto, es lo que a él le hubiera gustado.
Diciendo esto, John cogió a Ariel de la mano, y Jam subió a su habitación a por una cazadora para ella y otra para Adam. cuando volvió al salón para darle el abrigo a su amigo, vio a Brian sentado enfrente suyo, mirándole con cara tierna y los ojos humedecidos.
- Adam, vamos, te he cogido tu cazadora.
Adam asintió se levantó, y detrás suyo Brian.
No hay comentarios:
Publicar un comentario